Ecosistema del BJJ: Academia, Escuela y Equipo.

Comparto mis aprendizajes “para el alumno” y para el “coach o profesor”.

Antes de ello hago una distinción entre Academia, Escuela y Equipo.

Academia tiene aplicación en un grupo de personas, sociedad, en torno a un ámbito científico, literario o artístico. Hace referencia a “las personas”.

Escuela tiene una aplicación más formal, ligada a un modelo de enseñanza formal, curricular y siguiendo una cierta metodología. Apunta a la “estructura”.

Equipo es una organización de personas para el logro de triunfos deportivos. Evidentemente su foco es la actividad competitiva ligada a un deporte.

Y es aquí donde el “fenómeno” del BJJ crea un problema de concepto.

Una persona:

  1. Entrena BJJ
  2. Practica BJJ

Ambos suponen un “cierto nivel”.

El “entrenar” supone un “foco deportivo” y se relaciona con la actividad del Equipo.

El “practicar” supone un “nivel de conocimiento o dominio practico” y se relaciona con la Academia.

Pero… ya sea que la persona “entrene” o “practique”, ambos están sujetos a un “sistema de graduación” basado en cierto nivel de “practica” (dominio, Academia) y, no lo excluye, con un “logro deportivo” (Equipo).

El “sistema de graduación” impone nivel técnico, jerarquía y estructura en el aprendizaje del BJJ ya sea con fines “deportivos” o con fines “académicos”.

Es por esta distinción que siempre me he referido a ESCUELA.

Y, más aún, que el BJJ reconoce sus raíces en el JUDO (kosen judo), que es un Arte Marcial muy estructurado gracias al trabajo de su fundador Jigorō Kanō, quien creo el sistema de cinturones, su significado simbólico y el grupo de técnicas (dominio, Academia) que debía demostrar a través de exámenes o competición (deporte, Equipo).

Otro antecedente, que lo compartiré más tarde, es que los pioneros de BJJ que llegaron a USA se enfrentaron a una realidad abrumante: una idiosincrasia y cultura formal y estructurada.

USA era muy distinto a Brasil. Los norteamericanos eran formales, estructurados y, la gran mayoría en esos años, conservadores. Estos “pioneros” del BJJ en USA debieron pasar “del Equipo” a la “Escuela”.

Es así como hoy, en USA, las Escuelas de BJJ más grandes y famosas son formales y estructuradas, tienen un currículum diseñado por edad, nivel y género, desarrollan métodos de enseñanza y entrenamiento y diferencian las jornadas entre “clases normales” (dominio, Academia) y “entrenamiento deportivo” (deporte, equipo).

Y, como son formales, cuando UD ingresa a una Escuela de BJJ en USA debe firmar un contrato… Así, tal como cual, un contrato de prestación de servicios que reconoce derechos, deberes y limita la responsabilidad.

Y les va muy, pero muy bien… tanto así que el motor impulsor y promotor del BJJ mundial hoy esta en USA hace casi 10 años, dejando a Brasil como su país de origen.

Como dato MUY importante, en USA el valor promedio mensual por entrenar en una buena Escuela es de $160 USD, casi $100.000 CLP, más de 3 veces el precio promedio en Chile.

¿CÓMO ESTAMOS EN CHILE?

No lo sé… es un misterio ya que somos un país esencialmente bipolar… basta con mirar la política, la fe y los principios y valores que debiéramos poseer para identificarnos como una Nación.

Personalmente siempre he creído que tenemos “practicas de folklore” pero no identidad de nación chilena.

Nota irónica: si hablas de nación chilena o patria, te van a tildar de “facho” automáticamente… Bipolar.

En Chile deberíamos estar, más o menos, viviendo una realidad muy similar a la norteamericana hace unos 7 años atrás… pasando a Escuelas formales y estructuradas, conviviendo con Equipos “de estilo brasileño”.

POR FAVOR!!! No es peyorativo, menos un juicio, decir que Equipo “de estilo brasileño”, solo quiero hacer referencia a grados de formalidad y estructuración.

El BJJ en Chile se ha desarrollado y crecido en forma extraña… fiel reflejo de nuestra bipolaridad.

Declaramos “que todo fluya como el agua” pero exigimos que “se cumplan” ciertos aspectos ligados a la prestación de un servicio y la calidad asociada a esta.

Basta con hacernos unas cuantas preguntas para saber en qué punto estamos del estándar internacional del BJJ:

  1. ¿Firmó un contrato por prestación de servicios al momento de matricularse, que establece derechos, obligaciones y limita la responsabilidad?
  2. ¿El contrato establece cuántos meses/tiempo queda UD habilitado para asistir a clases (medido en meses)? Por ejemplo: cuatro meses, seis meses, un año, etc.
  3. ¿Su Equipo/Escuela tiene un seguro médico por eventuales lesiones durante la práctica?
  4. ¿Su Equipo/Escuela solicita un certificado médico previo a la firma del contrato?
  5. ¿Su Equipo/Escuela solicita una autorización escrita de los padres o tutores para permitir la práctica de un menor de edad?
  6. ¿Su Equipo/Escuela tienen un Código de Conducta o Reglamento que todo estudiante alumno declara conocer y observar al momento de firmar el contrato?
  7. ¿Existe una planificación de clases normales por meses/semanas conocida por todos los alumnos?
  8. ¿Las clases son diferenciadas por Edad, Género, Grado? ¿son Normales o de Competición?
  9. ¿Existe un currículum de técnicas que UD debe aprender durante su paso por cinturón blanco?
  10. ¿La clase tiene una estructura definida y conocida que limita los tiempos práctica?

Podríamos seguir.

Y a parte de las diferencias formales, están los precios (ver más arriba) en USA un contrato por Aprender/Entrenar BJJ tiene un costo promedio de $160 USD, tres veces más que en Chile lo que permite a muchos “hacer de su pasión su profesión” y dedicarse 100% a enseñar el BJJ, abriendo su propia Escuela, sin necesidad de recurrir a “rentar” horarios en gimnasios, fundar clubes deportivos para “financiar” actividades deportivas, etc.

Por otra parte, y da lugar para otro grupo de reflexiones, el valor hora/hombre de un Profesor de Artes Marciales en Chile es muy bajo. No existe un estudio formal al respecto, pero es una actividad (servicio) muy mal pagada, considerando como base el cobro de las mensualidades, y muy precarizada… A parte de informal y poco estructurada.

Si a ello se le suma el ciclo interminable de “rematricular” alumnos cada mes (porque todos pagan mensualidad como máximo período de pago) el escenario de precariedad financiera es pésimo y no puedes proyectar mucho ya que, junto a la estacionalidad en la demanda, siempre existe un riesgo de “flujo de caja” variable debido a la “rematricula” mensual.

Todo mal.

MIS REFLEXIONES.

A pesar de mis embates personales (como un péndulo) al final del día prefiero la Formalidad y la Estructura, ya que sobrevive en el tiempo y al líder fundador del Equipo.

Tiene reglas claras y conocidas que UD puede aceptar o no, es su decisión.

Y pone presión en ajustar la oferta de clases a un cierto estándar, también conocido y aceptado.

Permite a la persona que quiere aprender BJJ conocer “lo que esta contratando”, le provee un marco administrativo pedagógico probado y permite que, en su propio proceso, pueda definir su foco en el dominio/Academia o deportivo/Equipo.

La oferta debería ser “mejor pagada” y los precios subir gracias a mejor calidad en el servicio (mejorar estándar).

La contratación debería ser formal, con plazos más largos, que aseguren un cierto horizonte que permita una planificación más larga.

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